Cesárea: qué es y cómo recuperarte

La cesárea es una intervención quirúrgica alternativa al parto vaginal que permite el nacimiento del bebé a través de una incisión en el abdomen y el útero de la madre. Puede programarse o realizarse de forma urgente, dependiendo de las circunstancias médicas.

¿En qué casos se realiza una cesárea?

Una cesárea puede ser necesaria en diferentes situaciones, entre ellas:

  • Sufrimiento fetal (el bebé no recibe suficiente oxígeno).
  • Posición anómala del bebé (por ejemplo, presentación podálica o de nalgas).
  • Placenta previa (la placenta cubre el cuello uterino).
  • Desprendimiento prematuro de placenta.
  • Embarazo múltiple (gemelos, trillizos, etc.).
  • Falta de progreso en el trabajo de parto.
  • Cesáreas anteriores (dependiendo del tipo de incisión previa).
  • Infecciones activas que podrían transmitirse al bebé en un parto vaginal.

¿Cómo se realiza una cesárea?

La cesárea se realiza generalmente bajo anestesia local (epidural o raquídea), permitiendo a la madre estar consciente. En algunos casos de emergencia puede utilizarse anestesia general.

El procedimiento, que suele durar entre 30 y 60 minutos dependiendo de si es programado o de urgencia, consta de los siguientes pasos:

  1. Preparación: se desinfecta el abdomen y se coloca una sonda urinaria.
  2. Incisión: se realiza una incisión horizontal en la parte inferior del abdomen, justo encima del pubis, y posteriormente se abre el útero.
  3. Extracción del bebé: se realiza la extracción del bebé cuidadosamente y se corta el cordón umbilical.
  4. Extracción de la placenta: se retira la placenta.
  5. Cierre: se suturan el útero y las distintas capas del abdomen.

Recuperación de la cicatriz de una cesárea

La recuperación tras una cesárea lleva varias semanas. La cicatriz, ubicada en la parte baja del abdomen, suele mejorar con el tiempo, pero requiere ciertos cuidados:

  • Lavar con agua tibia y jabón neutro.
  • Mantener la zona limpia y seca.
  • Evitar levantar peso y realizar esfuerzos abdominales excesivos.
  • Evitar el uso de ropa ajustada que roce la herida.
  • Observar signos de infección (enrojecimiento, pus, mal olor, fiebre).
  • Tomar analgésicos según la indicación médica.
  • En algunos casos se recomienda el uso de cremas cicatrizantes o parches de silicona para mejorar el aspecto de la cicatriz (bajo supervisión médica).

Fisioterapia de suelo pélvico

Para una óptima recuperación de la cicatriz tras una cesárea es esencial, junto a los cuidados propios en el hogar, el acompañamiento de un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, por razones que van más allá de lo estético:

  • Mejora la movilidad de la cicatriz. Después de una cesárea la cicatriz puede quedar adherida a los tejidos profundos (fascias, músculos, incluso al útero). Esto puede limitar la movilidad de la piel y provocar incomodidad o dolor. El fisioterapeuta trabaja con masajes, técnicas manuales y movilización para evitar o tratar estas adherencias.
  • Previene o trata molestias y dolores a largo plazo. Una cicatriz mal recuperada puede generar molestias al moverse, al mantener relaciones sexuales o incluso al hacer ejercicio. Algunas mujeres desarrollan dolor lumbar, pélvico o sensaciones de tirantez meses o años después. La fisioterapia ayuda a reducir el riesgo de dolor crónico.
  • Reintegra la cicatriz al esquema corporal. Muchas mujeres después de una cesárea experimentan una desconexión con la zona abdominal, como si no “sintieran” esa parte del cuerpo. El fisioterapeuta puede trabajar en la reeducación sensitiva, ayudando a que la mujer vuelva a percibir y controlar esa área de su cuerpo.
  • Mejora la función del suelo pélvico y la faja abdominal. Aunque la cesárea evita el paso del bebé por la vagina, el embarazo en sí afecta el suelo pélvico y la musculatura abdominal. Un fisioterapeuta especializado ayuda a recuperar la función de estos músculos, a prevenir incontinencias, prolapsos o debilidad abdominal (como la diástasis).
  • Favorece una mejor postura y respiración. La tensión en la cicatriz y la debilidad abdominal pueden alterar la postura y el patrón respiratorio. La fisioterapia postparto trabaja la respiración diafragmática, el alineamiento corporal y la correcta activación de la musculatura profunda, promoviendo una recuperación global.

Tratamiento de la cicatriz de la cesárea en Yummy Mummy

Acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico asegura una recuperación funcional, cómoda y completa, previniendo complicaciones y mejorando la calidad de vida.

Yummy Mummy cuenta con un equipo especializado en fisioterapia uroginecológica y obstétrica con experiencia en tratamientos de recuperación tras cesárea.

La valoración del abdomen y del suelo pélvico, en partos por cesárea, se lleva a cabo a partir de la semana 8 tras el parto, si bien la cicatriz se puede tratar a partir de la semana 3. Si la mujer presenta molestias o dolor músculo-esquelético, se puede tratar incluso antes de realizar estas valoraciones.

El procedimiento consiste en una primera fase donde se realiza una historia clínica y una valoración completa mediante exploración externa. La segunda fase se hace a nivel intracavitario, para revisar tono, fuerza y resistencia de la musculatura del suelo pélvico, así como posibles cicatrices y adherencias que existan y generan dolor y tirantez.

Junto a ello, Yummy Mummy dispone de equipos de última tecnología en Diatermia-Radiofrecuencia mediante la cual se consigue una rehabilitación efectiva tras cesárea (disminuye el dolor, la inflamación y el edema; deshace las adherencias de la cicatriz y acelera la cicatrización; la cicatriz gana elasticidad y mejora el tejido al incrementar la elastina y el colágeno; favorece la vascularización y oxigenación de la musculatura perineal; reabsorbe hematomas; reequilibra el tono muscular óptimo).