Fisioterapia respiratoria: el remedio contra los mocos
Una de las causas de irritabilidad más comunes en bebés, sobre todo, en la época invernal es el exceso de mocos. Aun son muy pequeños para saber expulsarnos de manera autónoma como hacemos los adultos y niños.
La fisioterapia respiratoria infantil ayuda a reducir el exceso de secreciones bronquiales (acumulación de moco) y mejora el estado general ayudando a que puedan comer y descansar mejor.
¿Por qué los bebés acumulan tanto moco?
El motivo principal es la inmadurez de su sistema respiratorio que no cuenta con la capacidad del adulto para barrer y expulsar el moco haciendo que tengan bastante dificultad para eliminar y gran facilidad para acumular. Esto es, a nivel anatómico y fisiológico nuestros peques no cuentan con las herramientas que nosotros tenemos y encima generan más secreción.
¿En qué consiste la fisioterapia respiratoria?
Para ayudar a los más pequeños en la liberación bronquial se realizar técnicas manuales e instrumentales que facilitan la eliminación del moco, especialmente cuando se localiza en la vía aérea más alta (cuando es fácilmente audible).
Se basa principalmente en movilizar el flujo de aire haciendo que el bebé o niño pequeño respire más o menos profundo y así sea capaz de movilizar más moco.
Durante las sesiones se realiza un masaje suave indoloro para los pequeños y se controla mediante auscultación para valorar cómo va respondiendo el paciente a estas técnicas. Además, la fisioterapeuta enseña a los padres técnicas domiciliarias para aliviar ellos mismos al bebé, así como a detectar signos de alarma para acudir a urgencias en caso de empeoramiento.
¿Cuándo sería bueno acudir a una sesión?
Tal como hemos explicado, los bebés y los niños más pequeños son más propensos a la acumulación de mocos. Si dicha acumulación no hace que tengan dificultad para comer, descansar o no están más irritables de lo normal, no hay por qué preocuparse. Con mantener una higiene de lavados nasales periódicas podría ser suficiente.
En cambio, si presenta dificultad para conciliar el sueño o despertares continuos, si el sonido que hace es similar al ronquido y prevalece todo el día, si tiene menos apetito o rechaza la comida o se muestra más apagado que de costumbre es recomendable realizar una valoración y tratamiento por parte de un fisioterapeuta respiratorio infantil.
En cualquier caso, NO se debe realizar una sesión si el bebé o peque tiene fiebre, puesto que la sesión podría generarle un aumento de temperatura. En esos caso, debemos acudir a urgencias pediátricas.
¿Qué aspectos hay que tener en cuenta antes de hacer una sesión?
Se recomienda que el bebé no acuda recién comido, ya que el masaje y movimientos abdominales y bronquiales pueden hacer que vomite en alguna ocasión.
En caso de que el pequeño sea diagnosticado de bronquiolitis, bronquitis o neumonías y este sufriendo un pico agudo es recomendable esperar a que se estabilice. Una vez pasada la fase aguda se aconseja realizar este tratamiento ya que ayudamos a eliminar los restos de moco que permanecen tras el pico más álgido de la infección.
¿Le va a doler?
Este tratamiento no duele, pero los peques pueden estar molestos ya que se realizan lavados nasales y masajes abdominales.
¿A partir de qué edad está indicado este tratamiento?
Desde el momento del nacimiento puede realizarse el tratamiento. Las técnicas se adaptan de acuerdo a la edad y grado de infección del pequeño.
Si tienes más dudas sobre este tratamiento o de cualquier otro servicio que puede ayudarte nuestra fisioterapeuta pediátrica no dudes en contactar con nosotros.
Teléfono: 680 239 088
Mail: info@yummymummy.es
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