Bronquiolitis en bebés

La bronquiolitis es una infección por inflamación de las vías respiratorias conocidas como bronquiolos, que son unos conductos de aire situados en los pulmones y distribuidos en forma de pequeñas ramificaciones.

Con la llegada sobre todo de temperaturas frías, se inflaman y llenan de mucosidades, dificultando así la respiración. Es la causa más frecuente de infección respiratoria en menores de 12 meses y de ingresos hospitalarios.

Sintomatología de la bronquiolitis

La bronquiolitis es una enfermedad con mayor afectación en bebés y niños pequeños (de hasta 2 años), pues las vías respiratorias en estas edades son de mucho menor tamaño que en niños mayores y en adultos, obstruyéndose con más facilidad.

Si bien suele ser una enfermedad leve (con una duración media de una a dos semanas), a veces puede causar síntomas graves, siendo necesario recibir tratamiento hospitalario.

El curso de la bronquiolitis en edades tempranas es el siguiente:

  • Unos primeros días con aparición e incremento de mucosidad, congestión nasal y tos (pudiendo llegar a ser un simple catarro de vías altas si no hay mayor evolución);
  • A continuación, dos o tres días de punto álgido de la enfermedad: aparición de fiebre y dificultad respiratoria (que se percibe en el bebe o niño por el aleteo de la nariz, el abombamiento y estrechamiento en la zona de las costillas y las sibilancias – lo que coloquialmente se conoce como “pitos” que acompañan a la respiración).
  • Para finalizar, una última fase en la que la infección remite, pero en la que queda un gran volumen de secreción (mucho moco), en cuyo caso es recomendable llevar a cabo una sesión de fisioterapia respiratoria.

Es importante la observación de los padres para diferenciar la congestión nasal con la dificultad respiratoria. Además, esta evolución puede darse en pocos días incluso en horas. Por ello, la vigilancia es muy importante. En caso de bebés menores de 6 meses se recomienda que si empezamos a notar los primeros síntomas acudamos a nuestro Pediatra. Ya que las mayores complicaciones suceden dentro del primer año de vida del menor.

Los tratamientos para la bronquiolitis debes ser recetados y pautados por su pediatra, en ningún caso debemos dispensar fármacos a los bebés sin supervisión médica. Los fármacos más empleados para el tratamiento de la bronquiolitis son los broncodilatadores, pero son poco eficaces en los lactantes más pequeños, ya que su músculo liso bronquial está poco desarrollado. La bronquiolitis común (leve) no requiere antibióticos, pues es una infección viral, no bacteriana.

¿ Qué podemos hacer para intentar prevenir la infección?

Fisioterapia respiratoria

Es posible aliviar los síntomas a través de la ingestión frecuente de líquido, del uso de humidificadores en espacios cerrados y del alivio de la congestión nasal a través, entre otras técnicas, de la fisioterapia respiratoria.

La fisioterapia respiratoria mejora la respiración del bebé al contribuir, a través de técnicas de auscultación adaptadas a la sintomatología del paciente, a la expulsión de la mayor cantidad de moco posible de las vías respiratorias, tanto en nariz como pulmones.

Al mismo tiempo, a través de estas sesiones se estimula a que, de forma autónoma, se pueda llevar a cabo también este proceso, convirtiendo la tos seca o perruna en tos productiva y expectorante.

En bebés o niños afectados por bronquiolitis, las sesiones de fisioterapia respiratoria se han de llevar a cabo antes o después de la fase aguda de la enfermedad, nunca con la aparición de la fiebre o la dificultad respiratoria.

Fisioterapia respiratoria en Yummy Mummy

El equipo de especialistas pediátricas de Yummy Mummy lleva a cabo sesiones de fisioterapia respiratoria que contribuyen a aliviar de manera considerable la situación del pequeño.

Estas sesiones comienzan con una entrevista inicial con los padres, para conocer la situación del bebé o niño, así como su historial médico. A continuación, se explora al pequeño para determinar el foco de la obstrucción, y así poder trabajar en acción local para conseguir la mayor eficacia en el tratamiento.

Entre otras acciones, se realiza una limpieza nasal inicial, así como masajes para movilizar los flujos respiratorios.

Además de la mejora del pequeño respecto a la propia afección, la fisioterapia respiratoria contribuye a la mejora del sueño y la alimentación, impactando en la calidad de vida de toda la familia.

No dudes en ponerte en contacto con nosotras si deseas más información al respecto o quieres reservar cita con nuestro equipo de especialistas.