Fisioterapia y endometriosis

¿Sabes lo que es la endometriosis?

Sandra Moreno, nuestra fisioterapeuta de suelo pélvico nos lo cuenta.

Además, te adelantamos que si tu ginecólogo te ha diagnosticado endometriosis, no te preocupes. La fisioterapia perineal puede ayudarte en su sintomatología y mejorar tu calidad de vida.

La endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica estrógeno-dependiente benigna de causa desconocida. Ocurre cuando el tejido que recubre el interior del útero crece fuera de éste, en ovarios, en las trompas de Falopio, en los tabiques que separan vagina y la vejiga, o en el fondo de saco de Douglas y/o en intestinos. En estadios más avanzados también puede aparecer crecimiento del endometrio fuera de la cavidad pélvica.

Los síntomas más comunes son:

  • Dolor pélvico crónico.
  • Dolor menstrual y/o premenstrual.
  • Dolor de piernas, abdomen, síndrome ciático o piramidal…
  • Dispareunia: dolor al principio, durante o después de las relaciones sexuales.
  • Infamación o edema abdominal.
  • Períodos con flujo abundante.
  • Sangrados, aunque sean pequeños, entre períodos.
  • Estreñimiento, diarreas o dolor en la defecación.
  • Cansancio.
  • Y en algunos casos, infertilidad.

Lo primero es el diagnóstico de tu ginecólogo. Los tratamientos médicos más comunes son: Analgésicos:  antiinflamatorios, terapias hormonales y, en caso de dolor más intenso, tratamientos quirúrgicos.

La fisioterapia es el aliado perfecto para las mujeres que sufren esta enfermedad, ya que permite la reducción de los síntomas y molestias. El tratamiento fisioterapéutico busca:

  • Eliminar la inflamación y el edema.
  • Normalizar la musculatura hipertónica.
  • Reducir las adherencias que se forman por las cicatrices que genera la propia enfermedad: las adherencias pueden ser las causantes de la dificultad en la micción o en la defecación. También suelen ser principales causantes del dolor en las relaciones sexuales.
  • Terapia manual tanto intravaginal como extravaginal. Sirven para liberar adherencias o mejorar el tono de la musculatura del suelo pélvico o del abdomen.
  • Estiramientos, se trataba la postura y la respiración.
  • Técnicas de osteopatía, movilización de las vísceras, terapia cráneo-sacral.
  • Ejercicios de suelo pélvico.
  • Técnicas de relajación.
  • GAH. (hipopresivos)
  • Corrientes analgésicas como los TENS.
  • Radiofrecuencia para regenerar el tejido, mejorar las adherencias, relajar la musculatura.
  • Buena alimentación y el deporte regular y habitual.
  • Fisioterapia postquirúrgica: es muy necesaria para evitar generar nuevas adherencias provocadas por la cirugía. Además, mantiene la mejoría de la cirugía durante un periodo de tiempo más largo, ya que la cirugía no es la solución definitiva por que el dolor puede volver a aparecer.